domingo, 21 de junio de 2009

Ensenada Episodio II La amenaza monetaria

Como alguno de ustedes saben, este fin de semana realizé un esperado y necesario viaje a el mítico poblado de Ensenada. El motivo de este viaje fue algo de extrema importancia y de gran necesidad, no sólo para mi o unas cuantas personas, sino para el mundo entero.

La razón fue la siguiente:

  • Ir a cuidar a David

Si se preguntan quien es David, bueno, sacó plata en el nacional pasado de matemáticas y es un buen candidato para sacar oro en este año. Por lo que mantenerlo a salvo es prioridad nacional; de hecho, su prioridad va por encima de los programas para la Influenza H1N1, las acciones para aumentar el PIB y la creación de nuevas fuentes de empleo.

Debido a la radicalidad necesaria para esta labor se me dio 3 veces el dinero usual para cuidar a un joven de preparatoria (la cantidad prohibida de 4200 pesos), SUBSECUENTEMENTE los ojos me brillaron al ver los 8 billetes de 500 pesos y el de 200 en mi cartera.

Así que muy temprano, a las 12.30 de la madrugada (digase, las 12.30 del medio día para la gente ignorante) llegó el chofer que nos llevaría a cruzar los desiertos, montañas, valles y lagunas hasta topar con nuestro destino.

La travesía no fue fácil, pero descubrí que tengo la habilidad de hablar de cosas sin importancia real, que parecen importantes, durante más de 3 horas sin parar.

También que cuando uno tiene mucho dinero, tiende a gastarlo en exceso, por cosas que parecen necesarias, que en verdad no los son.

Volviendo al viaje, les cuento que tras poco más de 3 horas llegamos a la UABC, Facultad de Ciencias Marinas y/o Ingeniería y/o Matemáticas. Obviamente el clima que nos recibió fue espeluznantemente delicioso; las cosas parecían deslizarse según mi plan, para que David siguiera con vida.

Así que nos aventuramos a caminar por la calle hasta llegar al salón de asesorías, donde escolté a David y lo dejé en manos de Saracho, (asesor, ex-olímpico y compa). Mi misión había terminado.

Fue entonces cuando me percaté que en realidad había hecho gastar a mi escuela mi transporte y comida, sólo para pasearme, ya que en realidad David se puede cuidar solo. Por lo que tenía el resto del fin de semana, totalemente libre.

Pero no noté una amenaza omnipresente en mi futuro paradisiaco. Para disfrutar en una ciudad extranjera usualmente necesitas dinero, el dinero lo tenía... pero había una condición, que la lider de los rebeldes (O también conocida como la directora de Cetys) me había hecho acatar: Todo dinero gastado, tendrá que ser respaldado por una FACTURA.

Para aquellos no familiarizados con el término, ésta es como un recibo de lo que gastas... pero más enfadoso de conseguir. Usualmente es usado para comprobar gastos e impuestos, pero para nosotros, los olímpicos, es una forma de reprimirnos de manera silenciosa, ya que no puedes llegar con facturas de las siguientes índoles:

  • Alcohol
  • Tarjetas telefónicas
  • Videojuegos
  • Condones
  • Bebidas energetizantes
  • Pastillas anticonceptivas
  • Privados de un Table

Entre otras.

Para la mayoría, esto hubiera sido una pared de altura inconcebible que les hubiera arruinado el fin de semana... pero para mí no. Después de ser participante durante 4 años de olimpiadas de matemáticas... te vuelves un experto para conseguir facturas de gastos que tú no hiciste; pero creanme cuando les digo, que es un arte.

Un arte facturar grandes cantidades en empresas de comidas, las cuales no te dan una factura a menos que seas tu el que hizo el gasto (cosa que obviamente no puedo hacer, porque no tendría dinero "extra").

Claro que las remuneraciones de este oficio son grandes, y dependiendo de tu personalidad, puedes ahorrar lo obtenido (para comprarte algo bueno, digamos una computadora) o gastártelo en el momento en alcohol y salir por el mundo de la paganía.

Esta vez, tocó la segunda opción.

El viernes, aprovechándome del carro de Jorge (Para meterlos en contexto, Jorge fue un ex-participante, así como yo, el cual me da asilo en su casa cuando me voy a Ensenada), nos fuimos a un billar del centro. Fue un día bastante saludable; no alcohol, no drogas, no mujeres... hasta jugué ping pong. Y debido a ésto, cuando Isabel me habló, preguntándome si había ido al table, contestándole yo que no y ella diciendome: NIÑA, sentí que ya sabía exactamente que haría el sabado en la noche.

Y la verdad, es que fue bastante fácil convencer a los asesores mayores de ir al Table. Sólo fue un comentario como: Amm Saracho... ¿Vamos al table en la noche? Nunca he ido.

Así que la noche, fue noche de zorreo extremo. Tan sólo al llegar volteas a la barra y ves mujeres con una cantidad de ropa risible. Luego giras la cabeza a donde ves dos tubos empotrados y observas a otra chica con una cantidad de ropa aun menor... y la tendencia continua mientras avanzas por el pasillo.

Fue una noche bastante diferente; divertida, chistosa, visualmente agradable en la mayoría del tiempo, la verdad no me puedo quejar.

Llegamos al refugio (conocido como "la casa de Jorge") a eso de las 4 de la mañana, para levantarnos a las 9 para ir a "entrenar" (digase, dejar que Saracho les pusiera problemas a los participantes en el pizarrón y eventualmente contestar alguna pregunta).

Mientras haciamos esto, empezé a sacar cuentas de los gastos e ingresos, percatándome de que las cuentas, volvían a quedar justas.

En conclusión, no es tan difícil hacer que la escuela te pague una noche de vicios... (o varias).

Y además... es demasiado gratificante.

En lo personal... les recomiendo participar en las olimpiadas de matemáticas, se los recomiendo ampliamente.

lunes, 15 de junio de 2009

Abandono

¿Han notado que últimamente no he escrito nada en el blog? A mis lectores les pido la más cordial disculpa, pero sinceramente no he tenido las ganas de entrar a esta página y ponerme a escribir tonterías. Me levanto y el cielo se ve igual de azul/griz/negro/rosa/morado/*nubes me tapan y no me dejan ver el cielo* que todos los días; la tierra igual de terrosa y el aire igual de contaminado. 

En verdad, intento inspirarme de algo que encuentre a mis alrededores, pero no lo logro, es una tarea infrahumana. 

Por lo que decidí dejar de lado al exterior, a eso que todo mundo llama "El mundo" y adentrarme en lo que yo llamo "Yo". Y esta desición resultó de maravillas.

En primer lugar, me di cuenta de los miles de ruidos que vienen del cuerpo: El estomago hace sonidos bien extraños casi siempre si pones atención; También los pies... al caminar emiten un tac tac tac muy rítmico. Y lo mejor de todo, el sonido de cuando uno se rasca... es algo indescriptible... (además de reconfortante). 

Después noté las sensaciones que recibe uno. El aire cuando pasa, la vibración cuando algo a lo lejos se cae, aunque no lo veas, lo sientes. 

Y por último, me concentré en mi respiración. Vaya que es mágica. Sentir como el aire entra poco a poco en tus pulmones, como sientes su rozar con todo, la plenitud. Como el aire se transforma en algo dificil de distinguir, pero que no se queda en tus pulmones, sino que sigue llenando cada centímetro de tu cuerpo de una manera diferente. Y al llegar a los extremos de tu cuerpo, ese algo, se desvanece y tu cuerpo queda vacio, en espera de algo más. 

Pero justo cuando me concentro en esa sensación de vacio y estoy a punto de encontrar la respuesta a cada pregunta que me he hecho en la vida, siento la vibración de pasos que se acercan y una voz que dice: Luciano, ¿Puedes capturar las encuestas de Profesional Mexicali de la 951 a la 1000?

EL MUNDO!!! Vino y me turbó mi concentración. Pero ni hablar. Supongo que no me pagan por filosofar en el trabajo.

Espero que el dinero valga la pena. 

martes, 9 de junio de 2009

Trabajando

Pues en estos momentos me encuentro en lo que por las próximas 3 semanas será mi "oficina" o mejor dicho, área de trabajo, ya que no tiene paredes que me separen del pasillo... es más... si mi mesa estuviera 20 cm más enfrente estaría sobre el pasillo.

Pero esta vez no me quejo, tengo una computadora para mi uso personal con una velocidad de Internet decentemente rápida. Además que, aunque estoy en el pasillo, cuento con bastante privacidad, ya que todos los demás empleados están encerrados en sus oficinas.

¿Y que hago aquí? Pues estoy intentando ganarme la vida, como todo hombre honrado y temeroso del Señor. Nah, en realidad quiero tener algo de dinero extra estas vacaciones así que me conseguí trabajo en el CETYS, para el departamente de Estadística, o bueno, así es como yo lo llamo desde hace 3 años que me han dado trabajo cada final de semestre.

Es divertido pasar tiempo en este lugar; estar 4 horas al día sentado en tu silla esperando a que la jefa te diga: Has esto, mientras uno en los intermedios se pone a platicar en el msn con los perreados que se levantan temprano en vacaciones. Y además recibo algo de efectivo, entre 1000 a 3000 pesos por las 3 semanas que esté aquí.

Contando lo poco que me esfuerzo para realizar lo que me piden, creo que es un salario justo.

El único problema, es cuando a alguien se le ocurre hacer una juntada en las mañanas de las vacaciones, pero es que... ¿A que idiota se le ocurre convocar a la gente antes de la 1 de la tarde? Simplemente, eso no es de Dios.

¿Saben que pienso hacer con ese dinero extra? Pues además de tener algo de ahorro para las salidas, porque eso de que Isa me tenga que estar pagando las cosas como que me da pena, pues veré si me alcanza para un Nintendo DSi.

Características de esta consola portatil:

  • Dos cámaras digitales incorporadas (aunque la de mi cel tiene mejor resolución)
  • Pantalla ligeramente más grande que su antecesor
  • Mejores micrófonos y bocinas
  • DSware (para bajar juegos de internet)
  • Navegador Opera incluido
  • Slot de memoria SD
  • Memoria interna para almacenar datos

Y de todo esto... lo quiero porque se puede conectar a Internet facilmente y me podría quedar en el msn por las noches en mi cuarto.

Si.. soy un hombre de intereses bien definidos.

Y el dinero que me quede lo invertiré en la bolsa de valores.

jueves, 4 de junio de 2009

Ensenada

Ayer fui a Ensenada, después de un largo receso en las visitas a esta ciudad. Aun recuerdo las semanas en las que me iba a vivir allá, sin saber donde o con quien me quedaría a dormir. Qué tiempos aquellos. Recuerdo también ese olor salino y el ardor de los ojos al bajar del camión y sentir la densa neblina salada penetrar entre mis parpados; Recuerdo las largas jornadas sentado en un mesabanco con hojas en la paleta, problemas en el pizarrón y soluciones que nunca se escribían. A que recuerdos. 

Pero ahora que ya he cambiado y alterado mi posición jerárquica en eso que llamamos "Olimpiada Mexicana de Matemáticas en Baja California" mi visita no tuvo el mismo sabor de siempre. Eso sin mencionar que el aire no estaba tan salado.

En esta ocasión no fui a ser entrenado o a realizar un examen. Fui a "cuidar" mocositos (Dígase, burlarme de todo lo que hicieron mal a cada oportunidad), calificar sus exámenes (Traducido como: Reirme aun más de la forma terrible de NO resolver un problema simple y su imposiblidad para escribir la palabra "pelotas" correctamente) y al final, ayudar a decidir quien pasaría a la siguiente etapa de este concurso y quien se jode. 

No digo que esta nueva experiencia fuera mala, en realidad, fue grandiosa. El hecho de no tener el stress saliéndose de mis oidos, ni la cabeza llena de datos que no podría materializar ni usar adecuadamente en las 4 horas de duración del examen, fue algo reconfortante. Además de sentir que mis anteriores "superiores" me tenían más consideración a la hora de tomar una desición, fue hermoso. 

Creo que la vida me acaba de mostrar, de nuevo, que los cambios hay que aceptarlos y seguir adelante, lo que pasa y es bueno, pasó y fue bueno... la bondad de lo que viene, la creas tu.

Para cerrar esta entrada daré mis puntos de supervivencia para los viajes a Ensenada:

  1. Si te mareas, no uses dramamine (o como se escriba); esas son mariconadas.
  2. Si en el transporte que vas te piden amablemente que le cambies tu lugar a alguien, demuestra tu superioridad al decir: Alrato que tenga ganas le cambio. Todo esto mientras le giñas el ojo a quien te lo pidió. 
  3. Si tienes dinero para viáticos donado por tu escuela, asegúrate que se use para buenos fines (Como comprar todo lo que se te antoje en el Oxxo)
  4. Si no tienes ganas de dormir (ni dejar dormir a alguien) platica de lo que sea que se te ocurra con esta persona y no dejes silencios o pausas en la conversación de más de 7 segundos.
  5. Si te piden que guardes los exámenes recien contestados de TODOS los estudiantes que presentaron la prueba, junto con las engrapadoras, haslo y devuelve todo cuando llegue el momento (excepto las engrapadoras).
  6. Si compras dos paquetes de burritos en el Oxxo, cuyas intrucciones dicen: Calentar por 1 minuto en horno de microondas, y los quieres calentar al mismo tiempo... no los metas 2 minutos en el horno... Sólo no lo hagas.
  7. Si te gusta el clima de Ensenada, cuando falte 1 hora para llegar a Mexicali, apaga el aire acondicionado y abre las ventanas... para que sientas poco a poco como te pudres de calor.

Con esto doy por terminada mi guía de supervivencia, para cualquier duda o aclaración, pueden mirar hacia el cielo y orar en voz alta. Dicen que Dios te escucha.

martes, 2 de junio de 2009

Despedidas

Hoy tuve una sensación algo diferente a lo usual en una clase algo diferente a lo usual. Debido a que en esta semana se terminan mis clases de este semestre, el último que tendré en la preparatoria, la profesora de Desarrollo Humano creyó apropiado tener una actividad distinta.

En primer lugar, vino otra profesora, la cual me había dado clases en 3 semestre. Una psicóloga algo loca y muy buena onda; de esa gente que te provoca admiración por sólo ser como son.

Y pues después, vino todo lo usual. Caminamos por ahi, nos estiramos, nos tiramos y nos relajamos. La profesora comenzó una... dinámica de reflexión, pero debido a que el día de ayer me quedé hasta la 1 o 2 am terminando un trabajo final de programación, no duré mucho escuchando antes de quedarme dormido.

Pero terminando de eso vino lo bueno. Nos sentamos en círculo y tomamos una siluetas de huellas de la pared para escribir sobre ellas aquello que necesitamos para avanzar en nuestro camino.

Es curioso, como después de un año de estar conviviendo con las mismas personas de lunes a viernes o más, no llegas a conocerlas del todo... es más, no llegas a conocerlas casi nada.

De pronto vi inseguridades en ellos, alegrías y tristezas tan profundas, que parecían demasiado humanas, tan lejos de la etiqueta usual. Se sentían personas en ese salón, no compañeros de clase.

La profesora mencionada, lograba uno a uno sacar aquellas penas escondidas, esos errores de nuestra visión que nos hacían menospreciarnos y hacernos creer que no valíamos o que no podemos lograr lo que queremos.

Y esperando algo igual en mi, levanté la mano y participé. Hablé de mi inseguridad ante los cambios, de como me gustaría a momentos quedarme en el tiempo que vivo, sin avanzar, porque avanzar es dejar atrás tantas cosas, momentos bellos cuyo temor a olvidar me mantiene con un nudo en la garganta por las noches.

Fui sincero, al punto y sin rodeos y en espera de que la profesora sacara algo más... me dijera algo que yo no sabía, me quedé esperando.

La profesora no me dijo nada parecido a eso; sólo asintió y me repitió lo que dije, diciendome que tenía las cosas bastante claras. Fue algo extraño, como cuando esperas recibir un regalo en navidad, y aunque te lo dan, de alguna manera no era lo que esperabas, aunque fue lo que pediste.

Dudé un rato, reflexionando esto, hasta que me di cuenta, que aquellas palabras que quería escuchar, ya las tenía dentro de mi; Ya tenía las respuestas, y ni siquiera era que no las tuviera en la mente en aquellos momentos, siempre las he conocido.

Siempre he sabido que no tengo que extrañar lo pasado, ni verlo con melancolía, sólo recordarlo con felicidad y sacar provecho a lo vivido. Siempre he sabido que no debo de afianzarme a una persona, que debo de dejarla ser así como a mi me dejan ser. Ya si la vida nos permite estar juntos, pues así será.

En la vida, uno debe de caminar, avanzar y seguir. Esta es la realidad. No puedes detenerte y dar marcha atrás, porque el tiempo no regresa. Las tazas rotas no se arman en el aire y vuelven al sitio donde se dejaron caer. Avanzemos sin voltear atrás pero, como al manejar, podemos usar retrovisores, no para querer ir en sentido contrario, sino para aprender del pasado y asegurar nuestro futuro.