miércoles, 31 de agosto de 2011

Desayuno de reyes

Ok, tal vez no fue un desayuno de reyes, pero que rica fue la comida para desaparecer el ayuno de esta mañana. Así que sin más preámbulos y antes de que el incienso que tengo a mi lado me deje más mareado, les presento la receta del día:

Habaneros Toreados rellenos de Huevo con Jamón.

Ingredientes:


  • Dos o tres chiles habaneros de preferencia no muy pequeños.
  • Un huevo
  • Una rebanada de jamón
  • Un poco de queso
  • Aceite de cocina
  1. La preparación es muy sencilla. Primero se pone un poco de aceite en la sarten y se calienta unos momentos, mientras que a los chiles se les hace un corte en forma de cruz en la parte inferior de los mismos, para que queden bien guisados y más tarde poderlos rellenar. 
  2. Se ponen los chiles en la sartén con cuidado, ya que el aceite comenzará a saltar mucho. Se dejan dorar un buen rato, procurando girarlos para que el guisado sea parejo. 
  3. Ya que estén bien toreados los ponemos en algún plato para dejar la sartén libre, y usando el mismo aceite ponemos a freir el jamón, previamente rebanado en trocitos muy finos. 
  4. Ya que esté listo, sobre él ponemos el huevo  y a la vez los trozos de queso (también previamente rebanados en trozos finos).
  5. Esperemos a que esté listo todo y lo servimos en un plato. Ahora, aprovechando los cortes de los chiles, y ayudándonos por una cuchara, los rellenaremos de lo más que podamos del huevo con jamón. Y listo, tenemos nuestros chiles toreados rellenos listos para ser comidos. 
Claro que con lo que quedó del huevo el plato se veía más llamativo. Y para acompañar en un plato aparte puse un plátano picado y un poco de yogur. Además de un café con canela y azúcar. 

Y para cerrar la comida y ayudar la digestión, una ligera copa de vino tinto. En verdad que mi desayuno me hizo el día.

martes, 30 de agosto de 2011

Crecer (antigua entrada que olvidé darle "Publicar")

¿Qué es crecer? Últimamente me lo pregunto a diario... y me pregunto si en mis 20 años, algo he crecido. Crecer... va más allá de ser independiente, de hacerte tu desayuno y tu comida, planchar tu ropa y saber cambiar la llanta de un carro.

Crecer es más que saber mil groserías, escoger tu propia ropa y comer los dulces que te gustan. Crecer es más que tener el valor de decir: Te amo, es más que no tener miedo de andar solo por la calle o poder relajarte sin hacer nada por horas.

Crecer es todavía más que estar en la universidad, que desvelarte haciendo trabajos y proyectos y definitivamente más que llegar al conocimiento de que no sabes nada.

Cambios

Los saludo mis inexistentes lectores, desde su casi ya inexistente escritor. Me encuentro en estos momentos escribiendo desde tierras lejanas al lugar donde nací. A mi mano derecha puedo ver el incienso encendido que llena la estancia de un peculiar olor junto con una copa de vino tinto que por barata que fue su compra, tiene un sabor delicioso.

Les tengo noticias, estoy viviendo lejos, tal vez no tanto, sigo en México, pero por un semestre residiré en la ciudad de Monterrey. ¿Por qué? Me vine de intercambio de estudios, a la Universidad de Monterrey (UdeM). Va para un mes que estoy viviendo en estas tierras y hasta hoy con gusto les puedo decir que las cosas van muy bien.

¿Con quién vivo? Solo, en un departamento bastante grande para mí, muy cerca de la uni, me toma unos 5 minutos caminar hasta allá. Tiene su cuarto principal con cama matrimonial, un baño pequeño, un armario de lo más antiguo y otro cuarto para la cocina.

Cómo digo, ya me acostumbré a estar aquí. A diferencia de Mexicali, la gente de aquí "dice" que hace calor, aunque la verdad es que fresco no es. La mayor parte del tiempo es muy húmedo, lo cual hace que sudar sea cosa de todos los días. Además de que es más común encontrar insectos caminando por tu cuarto.

La universidad es increíble, enorme, creo yo que bastante más grande que la zona central de la UABC en Mexicali y en general me ha dado una muy buena impresión.

Como anécdotas a contar, tengo que el fin pasado fui al cine a una de las plazas del centro de Monterrey a ver la nueva película del Planeta de lo Simios, la cual me gustó bastante, pero además, fue una experiencia nueva y diferente, ya que entré a una función en 4D. Es decir, al más puro estilo de Disney, los asientos temblaban, se movían, te aventaban brisa, golpes de aire y olores ambientales. Fuera de que me dejó pobre, fue una experiencia inolvidable.

Curiosamente, otra anécdota es que he practicado más mi inglés en este mes en Monterrey, que en mi vida en Mexicali. Ya que soy parte de la "comunidad" de foráneos, nos organizan muchas salidas para conocernos y conocer la ciudad, pero mi sorpresa fue grande al darme cuenta que la mayoría de estos foráneos, eran personas extranjeras, venidas desde Alemania, Suiza, Inglaterra, Brasil, Corea, China, Finlandia, etc, por lo que el inglés se ha vuelto el idioma común para mantener comunicación.

Afortunadamente, aunque vivo solo, estoy muy cerca de varios departamentos con estudiantes con los que empiezo a relacionarme, por lo que es fácil salir por las tardes a visitar a algunos de ellos.

Claro, no todo es diversión y fiesta. Viviendo solo te vales casi el 90% por ti mismo, por lo que lo que no hagas se queda sin hacerse y lo que ensucies se queda sucio. Llegó el momento para de verdad hacer conciencia de lo que es la responsabilidad y el manejo del tiempo, pero hasta ahora voy bien en esos aspectos. Tengo que dar las gracias a mi familia por haberme adiestrado en la mayoría de las "artes" hogareñas.

Después del breve resumen me despido y deseo que por ahí alguien aun siga procurando este lugar. Si alguien lo hace, una gran sonrisa le mando. De no ser así, probablemente en estos días esté recordándoles a mis viejos lectores que se den una vuelta.

Nos vemos pronto y mis mejores deseos.

jueves, 2 de junio de 2011

Coming Back

Como pasa la vida, el tiempo, las horas y cada momento. Llevaba mucho sin escribir aquí, ¿verdad? Una pequeña disculpas si aun queda algún lector que visite este lugar, aunque creo que existen pocas posibilidades de que eso ocurra.

Tengo varios puntos a tratar y para empezar quiero informar: Estoy bien. Mi vida, como la de todos es un mar de vueltas y venidas, olas pequeñas y gigantes que van y vienen. No se bien como explicarlo, pero aunque estoy con los nervios rotos, como siempre pasa a finales de semestre gracias a la horda de proyectos que se nos tiran encima, siento una extraña calma. Algo así como un: "Pues ya que".... pero diferente a una indiferencia común.

Me siento calmado, por una cierta esperanza en el futuro incierto. Nada más relajante que no saber que hay delante de ti ni en donde aterrizarán tus pasos.

Dejar atrás estas preocupaciones, tomar menos importancia al lugar en el que tu cuerpo estará mañana, al viento que soplará en tu cabeza cuando todo lo que estás viviendo cambie, es realmente... ¿Gratificante?

No, no es la palabra, simplemente, es tranquilidad. Y es que me doy cuenta, que pasamos más tiempo viviendo por el mañana, que viviendo en el hoy. ¿Qué ganamos? Decepciones y la pérdida de la inocente sorpresa, del fugaz momento inesperado. Al final... el mañana no tiene nada que el hoy no tendrá...

No se que más decir por ahora, perdí el hilo de mis pensamientos.

martes, 1 de febrero de 2011

Meaning

Esta noche tengo una pregunta para ustedes, para el mundo, para los vivos, los muertos, los que aman y los que odian. La pregunta es simple, pero su respuesta tal vez no lo sea tanto: ¿Cuál es la razón para vivir?

A diario millones de niños nacen y a diario millones de personas mueren. La vida en nuestro mundo es un ir y venir, un allá y acá, una ida y vuelta, así como nos dice la canción, un vaivén de caderas.

Y en todo este pulular, perdido en la totalidad, estás tú, un punto blanco en la pared blanca.

¿Quién soy? ¿A dónde voy? son preguntas que a veces nos hacemos de una u otra manera mientras nuestras cabezas viajan y nuestros cuerpos reposan. Pero creo yo que la pregunta importante no es quien, ni a donde, sino "cual es la razón", el porqué.

Estoy seguro que habrá seres que tengan su respuesta, firme y absoluta, que responda categóricamente a ese porqué. Pero habremos otros que no, que nos quedemos mudos al querer contestarla.

¿Y qué sigue a este mutismo? El miedo. Porque al no tener un camino, una misión, un fin, nos queda la duda y el desconcierto, la incertidumbre y la desconfianza en cada paso que damos hacia ningún lado.

¿A qué le temes? Yo le temo a morir, o más bien, a la muerte, pero no exactamente al hecho físico donde un organismo deja de cumplir sus funciones biológicas.

Le temo a ser borrado de la existencia, a desaparecer de la pared blanca y que esta queda igual de pálida, como si nada hubiera pasado.

¿Acaso alguien no le teme? Quiero ver la mano arriba de aquella persona que pueda decirme con firmeza: "Yo no le temo". Pero me atrevería entonces a decirle a este valiente: "Piensa en la persona, o las personas que más quieres, que más significan algo para ti... míralas, estira tus manos y siente como estás a punto de rozarles... ahora imagina que ya no están ahí, que sus llamas se apagaron, que murieron y simplemente desaparecieron, no son más que un recuerdo, pero que ni eso durará, ya que sus rostros con el tiempo se van borrando, dejas de poder escuchar sus voces y poder oler su aroma... ahora dime, en verdad, ¿no temes a la muerte?

Y es aquí donde un rayito de luz debería de caer entre las tinieblas del temor. ¿Se han preguntado por qué existen tantas religiones, tantas creencias, dogmas y tradiciones? Todas se centran en un simple hecho: queremos tener esperanza.

¿Es o no verdad, que al ver morir a un pequeño niño, que ha tenido una corta pero terrible vida de dolor por alguna enfermedad, nos consuela la esperanza de poder decir: "Pero ahora estará en un lugar mejor"?

Muy dentro de nosotros, nos aterra pensar en que esto que podemos tocar es todo, que más allá de las puntas de nuestros dedos, no hay más, que la vida termina, y en verdad termina, que los amigos mueren, y no van a ningún lugar, que sus cuerpos se pudren y se marchitan bajo suelo, que sus cenizas quedan olvidadas para siempre en una vasija.

Y es así como abrazamos la esperanza, la esperanza de la vida después de nuestra vida, de una plenitud, de un "irnos a un mejor lugar".

Sinceramente, no creo que esto esté mal. Ni creo que la esperanza sea falsa. ¿Qué mi religión o la tuya es la correcta? ¿Qué mi cielo es mejor que tu cielo? ESO es lo incorrecto, ESO es lo falso. La gente mata por querer poner su esperanza antes que la esperanza de los otros, por tener el poder de designar como debemos de perder el miedo.

La respuesta, la razón para vivir, no se vive en una religión, no está en una única fe. La razón es tan obvia que la hemos dejado atrás, la hemos tirado a la mierda del olvido y llenado su lugar con promesas vacías de ángeles, vírgenes, arpas y nubes esponjadas.

La razón, es perder el miedo con nuestra esperanza, tomarla entre nuestras manos y unirla a la esperanza de todos los puntos blancos, para que la pared logre transfigurarse y brillar resplandeciente.

¿Es verdad? ¿Existe un "lugar mejor"?

No lo se, ni lo sabré, pero yo tengo esperanza.

lunes, 17 de enero de 2011

Viaje

Recientemente tuvo lugar un acontecimiento que creo es digno de contarse. La mayoría de las personas que vivimos en mi ciudad hemos tenido la oportunidad de visitar al vecino país de Estados Unidos de América, y creo yo que en más de una ocasión, por lo que tal vez si les digo que hace poco fui de compras a una ciudad americana no parezca la gran cosa.

El detalle especial recae en que fue el primer viaje que hice a estas tierras sin mi familia y por gusto propio. La verdad fue bastante emocionante además que la compañía fue de lo mejor.

La idea era ir al Imperial Valley Mall en El Centro, California para ir de compras. Más bien a ver como Isa buscaba cosas que comprar y yo veía si había algo que valiera la pena.

Duramos cerca de la hora haciendo fila para pasar, hablando de cualquier tontería para que matar el aburrimiento. Al cruzar la línea fronteriza llegó el primer problema... teníamos muy vagas nociones de como llegar a El Centro, por lo que votamos por el camino más largo y mejor conocido... pobre gasolina.

Igual, sigo pensando que fue un gran viaje, me sentí tranquilo y sin presiones, ayudando a Isa a escoger o no diferentes cosas y pensando en que todo estaba carísimo mientras yo no encontraba nada que me hiciera desembolsar un dolar.

Terminando la travesía por el "mall" con un botín constituido por unas botas, maquillaje y si mal no recuerdo una camisa. Cuando salimos del centro comercial ya había oscurecido por lo que me dio un poco más de pendiente el manejar, sumándole el hecho de que los "gringos" conducen demasiado rápido a mi parecer.

La siguiente parada fue maravillosa... realmente me alegró muchísimo. Tal vez no lo entiendan, pero el pararme dentro de la Toys R' us después de AÑOS de no pisar ese sitio, me llenó de una alegría curiosa. ¿Qué compré? De nuevo nada, pero sencillamente, estar en ese lugar me alegra, me aviva la llama de una ilusión muy extraña.

De niño era mi más grande anhelo ir a la "toys"; obviamente no sólo ir, sino que me compraran los juguetes que me gustaban. Mas muy pocas veces llegué a ir, y cuando iba no siempre salía con un regalo. Al principio era decepcionante pero por alguna razón dejó de importarme no tener el dinero para comprar esos juguetes que quería y empecé a gozar el ver todo ese mundo de colores y muy a mis adentros pensar que tal vez un día llegaría a casa y estaría alguno de esos juguetes en mi cuarto, anhelo que aun sigue vivo y latiendo; esta visita me hizo darme cuenta de ello.

Después nos detuvimos en la tienda de Sam Walton por unos encargos que la mamá de Isa le había pedido; ya ni recuerdo que eran, pero fue cuando hacíamos fila para pagarlos que me di cuenta de algo horrible. No traía mi visa en la cartera. Revisé mi chamarra, las bolsas del pantalón, todo, pero ni señas de la visa. Isa seguía haciendo fila y mientras yo intentaba ocultar que por dentro tenía ganas de darme un tiro. Recordé que cuando el inmigrante me devolvió las visas, una se la devolví a Isa y la mía la puse entre mis piernas para guardarla en la cartera en la primera oportunidad.

Así que sólo había dos respuestas lógicas. O al estacionarme en el mall y salir del carro se quedó en el asiento o se vino conmigo y se cayó fuera del asiento.

Rogué que fuera la primera opción. Isa terminó de pagar las cosas, salimos y al llegar al carro me asomé por la ventana viendo que mi asiento estaba vacío. El estómago se me revolvió pero no quise decir nada, no quería que ella se preocupara por algo que no tenía solución. Le quité los seguros a las puertas y cuando abrí la mía vi la pequeña tarjeta atorada entre el asiento y la puerta. Casi salto de gusto. La tomé y me senté y ya le conté a Isa todo lo que estuve pensando en los últimos 10 minutos. Llevaba rato sin estar tan preocupado.

Por último llegamos al "Rally's Burger" para comprar algo de comer. Aquí pasó algo bastante gracioso, ya que contábamos con un presupuesto semi-limitado a aproximadamente 8 dólares, por lo que ya que pedí lo que queríamos y no alcanzó, comencé a regatear con la cajera: "Oh... bueno.. ¿y sin queso cuanto sale?... Ah.. ¿Y si es combo mediano en vez de grande? Mmm... bueno... ¿Cuánto me dijo que era?" Creo que la señorita nos tuvo lástima al final y a lo mejor nos hizo algún descuento con los centavos que faltaban.

Con todo y eso, las hamburguesas estaban muy buenas y las papas... riquísimas, siempre me fascinan las papas fritas de ese lugar.

En resumen, creo que fue un día que no olvidaré fácilmente.