viernes, 22 de enero de 2010

Frio

Buenas días. Estoy aquí acostado en mi cama a las 4 de la mañana con solamente unos shorts y una camiseta de manga corta puesta. En estos momentos en Mexicali tenemos una temperatura de 12ºC y está lloviendo.

¿Qué más puedo decirles? No mucho, omitiendo el hecho de que las lluvias parecen no detenerse y que los días nublados se sienten más largos. Es curioso como esa falta de luz directa hace que muchos nos pongamos nostálgicos o sino, por lo menos reflexivos.

Tantas cosas pasan en mi vida estos días; algunas buenas, malas, tristes, felices o inciertas; y con todo esto aun me siento bien, lo suficientemente fuerte para seguir y con la felicidad necesaria para sonreír.

Aun estoy luchando, creo que nunca dejaré de esforzarme, pero a momentos no estoy seguro de como debería de hacerlo. Son tantas las posibilidades, tantas las maneras de hacer las cosas. Y sobre todo... muchas las maneras correctas o incorrectas de realizarlas.

Yo he tomado una decisión, la cual es no rendirme, pero ¿La estoy llevando a cabo de la mejor manera?

"Deja que el amor te guíe."

¿Les ha pasado que de pronto escuchan como una voz en su cabeza que les dice algo en lo que no estaban pensando exactamente? Cómo respuesta a lo que estaban preguntándose momentos antes...

"Deja que el amor te guíe."

Eso fue lo que acabo de escuchar... no estoy seguro de donde vino, pero el repetirlo me da una certidumbre muy bella... una paz reconfortante.

Creo que es la voz muda, como la he llamado en alguno de mis cuentos... vaya... que curiosa experiencia en verdad sentir algo como esto.

No se que más decirles... estoy un poco aterrado por esto, en el buen sentido. Mejor seguiré escribiendo otro día. Tengan buen día.

martes, 5 de enero de 2010

Aun sigo

Desde que publiqué la entrada pasada, la cual recibió el triple de comentarios que aquella que mencionaba mi natalicio, me he puesto a pensar mucho sobre muchas cosas...

Les quiero dar las gracias a todos aquellos que se tomaron la molestia de hacerme notar que aun siguen por ahí, también por hacerme ver que de alguna manera tengo apoyo. Unas gracias especiales a Rafa, que se tomó su tiempo para escribir un comentario más largo que el artículo comentado.

Y como digo, aun sigo, sigo aquí, entre ustedes caminando, caminando por mi cuenta y no como un espectador. La idea no deja de parecer interesante, no lo puedo negar, pero la opción contraria se ha tornado muy atractiva mientras los días avanzan.

Ahora tengo otra perspectiva. He decidido luchar. Ya mucho me ha tocado la ley de Herodes, así que ahora no seré yo quien se jode, no mientras yo pueda hacer algo. Y se que es posible que no logre nada, que la terrible máquina que es el destino no se inmute ante mis patadas y puñetazos, pero mientras haya prueba de que este hombre no se rindió, aunque ésta sea solamente la sangre que fluya de mis manos adoloridas de tanto querer cambiar al mundo de dirección, seré feliz.

Porque no quiero llegar a pensar como dice una canción: "Ojos que no ven, corazón que no siente, dijo un ciego cornudo una vez". Ya no más... Yo quiero ser la diferencia, exista o no tal cambio. Tengo tanto para dar y se exactamente a quien; no dejaré que mis pensamientos me compliquen las nimiedades. Esta vida sólo hay una y cuando tienes a alguien por quien pelear, hay que hacerlo.

Puede ser, y probablemente lo sea, que el dolor te haga sentir como tu piel te es arrancada, pero aun así, valdrá la pena, el saber que lo intentaste, que luchaste por aquello que amas y que cambiaste un poco las cosas, por lo menos para ti.

Yo he visto el amor en ojos cálidos y labios silenciosos...