jueves, 26 de diciembre de 2013

Running up, saving up, looking up, up up up

Al grano. No se que escribir aquí. Lleva tiempo sembrar ideas, cuidarlas y cosecharlas, y sin la práctica de la constante escritura, el mero hecho de escribir en este blog parece imposible. 

Ya no tengo preguntas, no me cuestiono. Aparentemente entiendo mi universo y eso me aterra. Porque se suponía que me sería imposible. Se suponía que pasaría la vida entera haciéndome preguntas, encontrando sus respuestas, respuestas que me llevarían a nuevas preguntas. 

Pero no. Aquí estoy y no se me ocurre que más preguntar. Que soberbia la mía de siquiera pensar que mi universo está resuelto. No puede ser así, no debe ser así. Debo de sufrir más. Mi ideal sería vivir una vida de incertidumbres que me llevara a cuestionar todo sin parar, sin dejar de llenarme más y más, hasta que la hora de morir llegara. 

Claro, se que no lo se todo. El Todo es demasiado para que mi mente lo comprenda, o eso es lo que asumo. Pero esto es en relación a MI todo... Mi vida, mi manera de pensar y percibir al universo que me rodea.

Me siento estático, tan amarrado en un punto de confort intelectual que me da asco. Mi aparentemente inamovible lugar en el universo. 

Determinado, creo que esa es la palabra... Y ahora veo porque tantas personas huyen de la visión "determinista" de la vida, aquella donde la existencia es solo una serie de causas y efectos, donde el río donde el presente fluye es inalterable, donde nuestras decisiones no son tales, simples reacciones. 

Yo mismo me adhiero a esa visión determinista, pero contemplaba que para mi percepción subjetiva, la vida siempre parecería indeterminada, llena de vueltas y nuevas encrucijadas, mas ya no es así.  

De nuevo, no conozco el futuro, no se que pasará con mi propia vida mañana, en una semana, diez años, pero me aterra que al pensar en ello, tengo la certeza de saber que decidiré para cada situación. Me conozco de una forma tan ridícula que la sorpresa ante la sorpresa ya no existe. 

Pero hay esperanza. Se que puedo cambiar, se que los acontecimientos correctos pueden ocurrir y muevan mi ser de este punto. El problema es... que este cambio no está en mí. Yo mismo creo que he llegado al máximo lugar de comprehensión personal, no puedo escalar más allá de mi propio yo. Pero fuera de mí, el caótico mundo que me rodea puede aun romperme. El universo aun puede lograr la serie de eventos necesarios para que mi formación, mi vida, mi yo, tiemblen y se derrumben en pedazos, forzando a este nuevo e  hipotético yo a escalar sobre un nuevo ser. 

La respuesta no está más en mirar arriba, he mirado arriba demasiado tiempo, tanto que agoté las preguntas. Si algún día logro tener una nueva duda, esta vendrá de abajo.

domingo, 25 de agosto de 2013

Reglas de convivencia para relaciones de secuestro

Con el fin de promover una sana relación entre una persona secuestrada y su secuestrador, dejo aquí las siguientes reglas.


  1. El secuestrador no deberá de hacer uso de la violencia física durante el tiempo que dure su relación; es de mal gusto el hacerlo, además que existen métodos más efectivos, como hacer usos de los traumas emocionales del secuestrado. 
  2. El secuestrador deberá de hacerse cargo de las necesidades básicas del secuestrado, así como de los gastos que estas generen. Estos gastos podrán ser remunerados en el dado caso que el secuestrador haya pedido un rescate a cambio de terminar la relación con su secuestrado. 
  3. Después de que la relación haya durado más de un mes, el secuestrado tiene que ayudar de manera activa en las actividades de su secuestrador, aunque el hacerlo prolongue su tiempo de relación.
  4. Si en algún momento el secuestrado se siente cómodo con la relación y hasta feliz de estar en ella, no se lo debe de hacer saber al secuestrador ya que esto terminaría con el propósito mismo del secuestro.
  5. En caso de no disponer de cadenas o otros medios de amordazamiento, el secuestrador podrá exigir al secuestrado compartir el lugar de descanso, pudiendo el secuestrado usar sus brazos a manera de evitar posibles escapes que conlleven a la finalización de la relación. 
  6. En caso de si disponer de cadenas u otros medios de amordazamiento, el secuestrador podrá hacer uso de ellos, no negándose el derecho de también usar sus brazos como anteriormente se ha mencionado. 
  7. Después de que la relación haya durado más de dos meses, el secuestrador tendrá la obligación de ayudar al secuestrado en algún plan o actividad que este proponga por lo menos una vez cada semana, siempre y cuando el hacerlo no conlleve a una terminación no planeada por el secuestrador de la relación. 
  8. En caso de que la relación esté por terminar, se tendrá que discutir de manera profunda y sistemática las consecuencias de esto, así como las posibles acciones que tomará el secuestrador con el secuestrado.
  9. Si el secuestrador no cumple con las obligaciones anteriormente mencionadas, el secuestrado tendrá derecho a intentar terminar la relación. 
  10. Si el secuestrado no cumple con las obligaciones anteriormente mencionadas, el secuestrador tendrá derecho a no acatar la regla número 7.

sábado, 20 de julio de 2013

Teorema de la repartición de la fe en Phi

Hace poco (unas minutos más certeramente hablando) he publicado en un grupo de Facebook llamado "Ateos Monterrey" el siguiente mensaje:

He estado leyendo un rato las entradas expuestas en este grupo, por un lado por morbo, por otro lado con fines informativos. Claro, he de decir que tampoco pude profundizar mucho, temporalmente hablando, ya que son un grupo verdaderamente prolífico, pero he podido leer lo suficiente como para llegar con una gran noticia.  

He de imaginarme que más de uno de los presentes conoce, o por lo menos ha oído mencionar durante su vida, a “la razón áurea” también conocida como la razón dorada o el número áureo.  

Representada con la letra φ del alfabeto griego, nos brinda a los fanáticos de las matemáticas un mundo de datos interesantes, así como diversos usos. (Se recomienda buscar más información con respecto a este número en el caso de no contar con ella de antemano) 

¿A qué voy con esto? Iré al grano. Después de amplias divagaciones, de hartos estudios de campos y concienzudas revisiones, he llegado a una sorprendente conclusión, que postulo en el siguiente teorema, al que llamaré “El Teorema de repartición de la fe en Phi”:  

“La razón dada de dividir la cantidad de personas creyentes que son ignorantes y/o pendejas entre aquellos del mismo grupo que demuestran ser conscientes y racionales, es igual y constante a la relación de ateos imbéciles entre aquellos que no lo son, y esta razón tiende a ser igual a la proporción áurea” 

Dicho de otra manera, lo que mis hallazgos lograron fundamentar, fue que, al hablar de cualquiera de los dos grupos sociales, podremos encontrar una enorme cantidad de personas que no solo den ejemplo sino pruebas tangibles de su inmensa ignorancia y estupidez, así como de intolerancia, falta de objetividad y reverendos aires de superioridad.  

Para el que no le haya quedado claro, esto es una burla, donde el uso de la razón áurea se avala simplemente de que me gusta dicho número.  

Aun así, más de uno concordará con lo que he propuesto aquí. Y es que es gracioso, como varios individuos, por el mero hecho de tomar una decisión, la de no creer en una religión, se sientan mejores personas, así como es gracioso que aquellos que tomaron la misma decisión en sentido contrario piensen lo mismo.  

Son pocos los que logran mantenerse en una postura realmente lúcida y racional (por lo menos en la mayor parte del tiempo), dentro de los cuales quiero destacar a Ernesto Vega, Edgar Villalpando, Gerardo Guajardo Ramírez, entre me imagino que otros, pero fueron ellos los que llamaron mi atención.  

Termino este escrito con una sugerencia a modo de petición. El movimiento ateo plantea como sinónimo de su idiosincrasia el afán de la culturización, la búsqueda de la verdad intelectual, del bien humano por el propio bien del mismo, y por sobre todo, la total tangencia a la curva de la ignorancia, aun y cuando estos afanes y búsquedas en sí,  no tienen nada que ver con el ateísmo, siendo ateo solamente aquel que niega la existencia de Dios. 

Mi propuesta más seria, propondría que cambiaran de nombre a su movimiento, ya que el mero hecho de decirse ateos, no los engloba, y trae a sus filas a una enorme cantidad de personas cuyo raciocinio y objetividad terminan, donde la fe del creyente empieza.  

Pero ya que esto no ocurrirá, corregiré mi propuesta, a que hagan un hincapié más grande en pulir a su propia prole, inculcando la asertividad, objetividad, pensamiento crítico y racional en aquellos que quieran dignarse a ser parte.

Fuera de que me divertí mucho escribiendo estas palabras, creo yo que el Teorema de la repartición de la fe en Phi, puede ser aplicable a la mayoría de los grupos sociales, generalizándolo con el pomposo nombre de "Teorema de la repartición humana en Phi", redactándose de la siguiente manera:
La razón dada de dividir la cantidad de personas que son ignorantes y/o imbéciles entre aquellos del mismo grupo que demuestran ser conscientes y racionales es igual a la razón áurea.
Sin más que decir para este escrito, los dejo, mis inexistentes lectores.