sábado, 10 de julio de 2010

50 años

Estoy en el valle, en el rancho de mis abuelos, porque como es tradición, vinimos a festejar el cumpleaños de uno de los miembros de nuestra familia.

Pero, lo que hace especial este día y me hizo meterme a mi sesión para escribir estas letras, es que la persona que los cumple no es ni más ni menos que mi padre... y que la edad que cumple no es más ni menos que medio siglo de vida.

Creo yo, y sólo lo creo porque aun me faltan algunos años para llegar a ese punto de mi existir, que al suceder o cumplirse plazos como estos, algo pasa dentro de nosotros.

Vi como mi padre, estaba rodeado de las personas que lo queremos, y como uno por uno le dirigimos algunas palabras, de lo mucho que lo apreciamos, lo que vemos en él y todo lo que ha significado en nuestras vidas.

Esta entrada será corta, pero quería aprovechar para hacer una pequeña reflexión. Algo que dijo mi padre me llegó profundamente y quería compartirlo con ustedes.

Sus palabras no las recuerdo exactamente, pero decía que llega el momento de todo hombre en el que necesita saber que su vida a significado algo, si ha valido la pena... no para él mismo... sino que ha logrado dejar huella en el mundo en el que vive.

Yo aun no puedo decir que mi vida haya hecho eso... pero si en algo quiero parecerme a mi padre, es exactamente en eso... que al llegar mis 50 años, pueda voltear a mi alrededor, y verme rodeado de gente que me quiere y a la cual le he sido importante. Mi hermano, mi familia, mi esposa, mis hijos... En eso quiero ser como él.

Feliz cumpleaños papá.