lunes, 24 de mayo de 2010

1º Aniversario

Me da un poco de lástima decirlo, pero olvidé que el día 2 de mayo este blog cumplió su primer año de vida.

Muchas cosas han pasado en este año, en el cual he escrito un total de 43 entradas sin contar esta. Tal vez no sea el blog con más producción que existe, pero igual espero haber dado a mis lectores algo para poder pasar los ratos de ocio.

Se que ya no hablo de la misma manera en que lo hacía hace un año y que mi manera de burlarme de el mundo ya no es tan presente. Las cosas cambian, que puedo decir, uno no puede permanecer estático y feliz por todo un año. Además ya no han aparecido colibríes pendejos para rescatar de la muerte.

Tampoco mi casa se ha inundado ni he vuelto a necesitar un led, no he vuelto a cumplir años, ya no he cocinado más, no me han dado dinero de la nada ni se ha vuelto a descomponer mi carro.

Un año pasa, da algo de melancolía pensar en todo lo que queda atrás, de las cosas buenas y malas que han pasado.

Le quiero dar las gracias a todos los lectores que pasan. Vaya.. sin sus visitas no podría sentir que algunos por ahí siguen apoyándome en las malas y en las peores.

Por otro lado, hoy ha sido un día... interesante. Comenzó cuando desperté y sentí que recién había cerrado los ojos. Me arreglé rápido porque ya se me hacía tarde para dejar a mi hermano, por lo que cuando me puse los lentes de contacto y sentí una pequeña molestia, no tuve tiempo de quitármelos para ver de que se trataba.

Después de dejar a mi hermano es su escuela y llegar a mi salón de clases, me dispuse a hacer mi tarea de cálculo, por primera vez en semanas. La terminé poco después de que la clase empezó y me dispuse a poner realmente atención al profesor.

La siguiente hora tuve programación, y la clase fue igual de aburrida que las anteriores. Realmente no pude hacer mucho para poner atención, además de que el dolor en mi ojo iba creciendo. Me dormí sobre mi brazo en los primeros minutos y al despertar me quedé con la vista fija en el pizarrón sin saber realmente que ocurría en mi entorno.

Al salir de esto fuimos a casa de Felizardo para ver el partido de México contra Inglaterra; curiosamente, antes de entrar a la casa escuchamos como México metía su primer (y único) gol del juego, gracias a la radio de algún vecino. Ya entrando pude ir a revisarme el ojo derecho, el cual estaba muy enrojecido, lavé los lentes y me los volví a poner.

Como siempre ocurre cuando visitamos la casa de chalo y está su mamá (tía Miriam) presente, nos ofreció comida, la cual no negamos. Era ensalada de pollo, enchiladas en Mole y frijoles... y como siempre, estaba muy buena.

Entonces fue que llegaste... es curioso como de pronto se me hizo un nudo en el estómago cuando escuché tu voz. Sabía que estabas tras esa pared y no me atrevía a moverme ni un centímetro de mi lugar, aun y cuando todo mi ser me gritaba para que corriera hacia el otro lado del muro.

Entonces caminaste a mi vista, te vi por primera vez en más de un mes (un mes y 20 días). Vi tu cara de sorpresa, supongo que no esperabas verme... quería decir hola, pero en verdad no me salían palabras de la boca. Te abracé... no quería soltarte. Casi se puede decir que hablamos.

Ya que te fuiste, seguimos comiendo, más bien siguieron comiendo. Me dio risa cuando el Mochis preguntó porque sus cubiertos tenían vida cuando uno de ellos se resbaló de su plato, ya que fue entonces que me di cuenta que mis manos estaban temblando.

He vuelto a la escuela y no pude entrar a clase de dibujo porque cambiaron de salón y no encontré el nuevo y ahora estoy en clase de física, con el ojo más rojo que nada y unas ganas terribles de tirarme en el suelo y dormir.

Ese fue un resumen de mi vida de hoy.

De nuevo digo: Feliz Aniversario.