jueves, 2 de junio de 2011
Coming Back
Como pasa la vida, el tiempo, las horas y cada momento. Llevaba mucho sin escribir aquí, ¿verdad? Una pequeña disculpas si aun queda algún lector que visite este lugar, aunque creo que existen pocas posibilidades de que eso ocurra.
Tengo varios puntos a tratar y para empezar quiero informar: Estoy bien. Mi vida, como la de todos es un mar de vueltas y venidas, olas pequeñas y gigantes que van y vienen. No se bien como explicarlo, pero aunque estoy con los nervios rotos, como siempre pasa a finales de semestre gracias a la horda de proyectos que se nos tiran encima, siento una extraña calma. Algo así como un: "Pues ya que".... pero diferente a una indiferencia común.
Me siento calmado, por una cierta esperanza en el futuro incierto. Nada más relajante que no saber que hay delante de ti ni en donde aterrizarán tus pasos.
Dejar atrás estas preocupaciones, tomar menos importancia al lugar en el que tu cuerpo estará mañana, al viento que soplará en tu cabeza cuando todo lo que estás viviendo cambie, es realmente... ¿Gratificante?
No, no es la palabra, simplemente, es tranquilidad. Y es que me doy cuenta, que pasamos más tiempo viviendo por el mañana, que viviendo en el hoy. ¿Qué ganamos? Decepciones y la pérdida de la inocente sorpresa, del fugaz momento inesperado. Al final... el mañana no tiene nada que el hoy no tendrá...
No se que más decir por ahora, perdí el hilo de mis pensamientos.
martes, 1 de febrero de 2011
Meaning
Esta noche tengo una pregunta para ustedes, para el mundo, para los vivos, los muertos, los que aman y los que odian. La pregunta es simple, pero su respuesta tal vez no lo sea tanto: ¿Cuál es la razón para vivir?
A diario millones de niños nacen y a diario millones de personas mueren. La vida en nuestro mundo es un ir y venir, un allá y acá, una ida y vuelta, así como nos dice la canción, un vaivén de caderas.
Y en todo este pulular, perdido en la totalidad, estás tú, un punto blanco en la pared blanca.
¿Quién soy? ¿A dónde voy? son preguntas que a veces nos hacemos de una u otra manera mientras nuestras cabezas viajan y nuestros cuerpos reposan. Pero creo yo que la pregunta importante no es quien, ni a donde, sino "cual es la razón", el porqué.
Estoy seguro que habrá seres que tengan su respuesta, firme y absoluta, que responda categóricamente a ese porqué. Pero habremos otros que no, que nos quedemos mudos al querer contestarla.
¿Y qué sigue a este mutismo? El miedo. Porque al no tener un camino, una misión, un fin, nos queda la duda y el desconcierto, la incertidumbre y la desconfianza en cada paso que damos hacia ningún lado.
¿A qué le temes? Yo le temo a morir, o más bien, a la muerte, pero no exactamente al hecho físico donde un organismo deja de cumplir sus funciones biológicas.
Le temo a ser borrado de la existencia, a desaparecer de la pared blanca y que esta queda igual de pálida, como si nada hubiera pasado.
¿Acaso alguien no le teme? Quiero ver la mano arriba de aquella persona que pueda decirme con firmeza: "Yo no le temo". Pero me atrevería entonces a decirle a este valiente: "Piensa en la persona, o las personas que más quieres, que más significan algo para ti... míralas, estira tus manos y siente como estás a punto de rozarles... ahora imagina que ya no están ahí, que sus llamas se apagaron, que murieron y simplemente desaparecieron, no son más que un recuerdo, pero que ni eso durará, ya que sus rostros con el tiempo se van borrando, dejas de poder escuchar sus voces y poder oler su aroma... ahora dime, en verdad, ¿no temes a la muerte?
Y es aquí donde un rayito de luz debería de caer entre las tinieblas del temor. ¿Se han preguntado por qué existen tantas religiones, tantas creencias, dogmas y tradiciones? Todas se centran en un simple hecho: queremos tener esperanza.
¿Es o no verdad, que al ver morir a un pequeño niño, que ha tenido una corta pero terrible vida de dolor por alguna enfermedad, nos consuela la esperanza de poder decir: "Pero ahora estará en un lugar mejor"?
Muy dentro de nosotros, nos aterra pensar en que esto que podemos tocar es todo, que más allá de las puntas de nuestros dedos, no hay más, que la vida termina, y en verdad termina, que los amigos mueren, y no van a ningún lugar, que sus cuerpos se pudren y se marchitan bajo suelo, que sus cenizas quedan olvidadas para siempre en una vasija.
Y es así como abrazamos la esperanza, la esperanza de la vida después de nuestra vida, de una plenitud, de un "irnos a un mejor lugar".
Sinceramente, no creo que esto esté mal. Ni creo que la esperanza sea falsa. ¿Qué mi religión o la tuya es la correcta? ¿Qué mi cielo es mejor que tu cielo? ESO es lo incorrecto, ESO es lo falso. La gente mata por querer poner su esperanza antes que la esperanza de los otros, por tener el poder de designar como debemos de perder el miedo.
La respuesta, la razón para vivir, no se vive en una religión, no está en una única fe. La razón es tan obvia que la hemos dejado atrás, la hemos tirado a la mierda del olvido y llenado su lugar con promesas vacías de ángeles, vírgenes, arpas y nubes esponjadas.
La razón, es perder el miedo con nuestra esperanza, tomarla entre nuestras manos y unirla a la esperanza de todos los puntos blancos, para que la pared logre transfigurarse y brillar resplandeciente.
¿Es verdad? ¿Existe un "lugar mejor"?
No lo se, ni lo sabré, pero yo tengo esperanza.
lunes, 17 de enero de 2011
Viaje
Recientemente tuvo lugar un acontecimiento que creo es digno de contarse. La mayoría de las personas que vivimos en mi ciudad hemos tenido la oportunidad de visitar al vecino país de Estados Unidos de América, y creo yo que en más de una ocasión, por lo que tal vez si les digo que hace poco fui de compras a una ciudad americana no parezca la gran cosa.
El detalle especial recae en que fue el primer viaje que hice a estas tierras sin mi familia y por gusto propio. La verdad fue bastante emocionante además que la compañía fue de lo mejor.
La idea era ir al Imperial Valley Mall en El Centro, California para ir de compras. Más bien a ver como Isa buscaba cosas que comprar y yo veía si había algo que valiera la pena.
Duramos cerca de la hora haciendo fila para pasar, hablando de cualquier tontería para que matar el aburrimiento. Al cruzar la línea fronteriza llegó el primer problema... teníamos muy vagas nociones de como llegar a El Centro, por lo que votamos por el camino más largo y mejor conocido... pobre gasolina.
Igual, sigo pensando que fue un gran viaje, me sentí tranquilo y sin presiones, ayudando a Isa a escoger o no diferentes cosas y pensando en que todo estaba carísimo mientras yo no encontraba nada que me hiciera desembolsar un dolar.
Terminando la travesía por el "mall" con un botín constituido por unas botas, maquillaje y si mal no recuerdo una camisa. Cuando salimos del centro comercial ya había oscurecido por lo que me dio un poco más de pendiente el manejar, sumándole el hecho de que los "gringos" conducen demasiado rápido a mi parecer.
La siguiente parada fue maravillosa... realmente me alegró muchísimo. Tal vez no lo entiendan, pero el pararme dentro de la Toys R' us después de AÑOS de no pisar ese sitio, me llenó de una alegría curiosa. ¿Qué compré? De nuevo nada, pero sencillamente, estar en ese lugar me alegra, me aviva la llama de una ilusión muy extraña.
De niño era mi más grande anhelo ir a la "toys"; obviamente no sólo ir, sino que me compraran los juguetes que me gustaban. Mas muy pocas veces llegué a ir, y cuando iba no siempre salía con un regalo. Al principio era decepcionante pero por alguna razón dejó de importarme no tener el dinero para comprar esos juguetes que quería y empecé a gozar el ver todo ese mundo de colores y muy a mis adentros pensar que tal vez un día llegaría a casa y estaría alguno de esos juguetes en mi cuarto, anhelo que aun sigue vivo y latiendo; esta visita me hizo darme cuenta de ello.
Después nos detuvimos en la tienda de Sam Walton por unos encargos que la mamá de Isa le había pedido; ya ni recuerdo que eran, pero fue cuando hacíamos fila para pagarlos que me di cuenta de algo horrible. No traía mi visa en la cartera. Revisé mi chamarra, las bolsas del pantalón, todo, pero ni señas de la visa. Isa seguía haciendo fila y mientras yo intentaba ocultar que por dentro tenía ganas de darme un tiro. Recordé que cuando el inmigrante me devolvió las visas, una se la devolví a Isa y la mía la puse entre mis piernas para guardarla en la cartera en la primera oportunidad.
Así que sólo había dos respuestas lógicas. O al estacionarme en el mall y salir del carro se quedó en el asiento o se vino conmigo y se cayó fuera del asiento.
Rogué que fuera la primera opción. Isa terminó de pagar las cosas, salimos y al llegar al carro me asomé por la ventana viendo que mi asiento estaba vacío. El estómago se me revolvió pero no quise decir nada, no quería que ella se preocupara por algo que no tenía solución. Le quité los seguros a las puertas y cuando abrí la mía vi la pequeña tarjeta atorada entre el asiento y la puerta. Casi salto de gusto. La tomé y me senté y ya le conté a Isa todo lo que estuve pensando en los últimos 10 minutos. Llevaba rato sin estar tan preocupado.
Por último llegamos al "Rally's Burger" para comprar algo de comer. Aquí pasó algo bastante gracioso, ya que contábamos con un presupuesto semi-limitado a aproximadamente 8 dólares, por lo que ya que pedí lo que queríamos y no alcanzó, comencé a regatear con la cajera: "Oh... bueno.. ¿y sin queso cuanto sale?... Ah.. ¿Y si es combo mediano en vez de grande? Mmm... bueno... ¿Cuánto me dijo que era?" Creo que la señorita nos tuvo lástima al final y a lo mejor nos hizo algún descuento con los centavos que faltaban.
Con todo y eso, las hamburguesas estaban muy buenas y las papas... riquísimas, siempre me fascinan las papas fritas de ese lugar.
En resumen, creo que fue un día que no olvidaré fácilmente.
martes, 28 de diciembre de 2010
El exito en la vida
Hace poco en un café de la ciudad leí esta reflexión escrita sobre una de las paredes; está en portugués, pero es bastante sencilla de comprender y sin dudarlo un segundo puedo decir que me llegó al alma.
Ter verdadeiro sucesso na vida é: rir muito e muitas vezes; ganhar o respeito de pessoas inteligentes; gozar do carinho de meninos; ganhar o reconhecimento de pessoas qualificadas e saber suportar a traiçao de falsos amigos; apreciar a beleza; procurar o melhor nos demais; deixar o mundo um pouco melhor de como o enconstraste - com um filho são, um jardim bonito ou uma pessoa mais feliz; saber que ao menos alguém viveu melhor graças a ti.
Klyslene
Espero les ponga una sonrisa en su día como a mi me hizo.
martes, 7 de diciembre de 2010
Hola
Ah dios santo.
Son las únicas palabras que se me ocurren para empezar a escribir sobre estos días. Me imagino que no soy al único al que se le vienen a la mente cuando ve lo cerca y lo lejos que aun están las vacaciones. Claro... algunos de mis compañeros de la prepa que se metieron a otras universidades ya pueden darse el lujo de rascarse la panza sin preocupaciones más que el que desayunarán por la mañana.
Pero uno no... no, claro que no. Uno se tiene que rascar la panza con la preocupación de si se le hincharán las ganas de estudiar al día siguiente para el examen que decidirá si reprueba una materia o no... la vida es dura.
Así que nada mejor que hacer en los días preliminares a las vacaciones, que sentarse sobre mi cama y abrir el blog que tengo medio empolvado. Leí las actualizaciones que pude de los blogs que sigo (por cierto me alegra que sigan escribiendo) para estar un poco más actualizado. Me gustó el poema que subiste, el cual presumo que es tuyo (Fedra). Y veo un periodo de inspiración religiosa en el blog de Arturo, es interesante. Polo como siempre dando actualizaciones de su vida y otros detalles siempre dignos de leerse. Katy, bueno... últimamente no ha subido nada, pero sus últimos artículos son bastante emos (¡Chócala mujer!), por cierto que creo que tengo una plática pendiente con ella (Si lees esto, hásmelo saber). Y así. Habrán más bloggeadores pero estos creo yo que son los más fructíferos y con los que más me relaciono.
Ah sí, yo les hablaba de mí ¿no? Disculpen, se me va la onda y olvido que soy más egocéntrico de lo que a veces intento aparentar. Pues como decía, ya estoy harto. Ese trabajo que tengo pendiente de Ser Humano hace que cada segundo que paso viendo TV o chateando en la computadora no sean tan placenteros como deberían de serlo. Y el examen en puertas de Cálculo no mejora las cosas.
Podría terminar todo, estudiar para mi examen y tener la conciencia tranquila. Pero todos saben que la conciencia tranquila no es de Dios. Probablemente me esté viendo desde arriba en estos momentos y diga: "Oh sí, hijo mío, estás tomando la dirección correcta que te llevará a mi lado". O más probablemente no diga nada al respecto ya que ha de estar ocupado acomodando estrellas y evitando que el universo se colapse.
¿Se imaginan si Dios fuera en realidad un gran programador todo poderoso corriendo el programa Universo en su computadora? Claro, el programa va creando variables por si mismo de vez en cuando, por lo que el gran programador tiene que lidiar al respecto, arreglar los bugs que esto ocasiona, crear aun más variables que equilibren todo y encima administrar los recursos del sistema.
Obviamente el podría re-hacer el algoritmo y crear un "Universo.exe" más chingón y que no se esté fregando a cada rato, pero para ello tendría que hacer shutdown al sistema y bootearlo, por lo que se perdería la información que lleva desarrollada hasta el momento. Y ya que el gran programador ama a sus pequeñas creaciones (La biblia lo dice [conocida en el bajo mundo como el Readme.txt del Universo.exe]) el mismo se ha obligado a programar como si trabajara en Windows, es decir, escribiendo parches para los errores que van saliendo, uno tras otro, dejando un código no muy eficiente.
Es por esto que existen tantas cosas extrañas e incongruentes en nuestra realidad. Pero no se preocupen, al rato un parche las arregla.
Volviendo a mi vida; estoy pensando en hacer la materia de Metodología de la Investigación en estas vacaciones para tener una materia menos de 6to semestre que hacer. Será una flojera extrema, pero algún día todo esto será recompensado, tal vez.
También, algo de suma importancia y relevancia mundial, me compré unos guantes para AMM. (Artes Marciales Mixtas). Están hermosos, huelen a piel bien rico y son cómodos para tirar golpes a diestra y siniestra. Creo que no lo había mencionado antes, pero entré a practicar este deporte recientemente. Para el que tenga la duda, es el combate en el cual es válido básicamente cualquier tipo de técnica de pelea (bajo ciertas restricciones lógicas) desde boxeo, patadas, llaves, derribes, etc. Es bastante interesante y aun más doloroso, pero me ayuda a liberar tensiones.
Si aun les quedan dudas al respecto pueden buscar vídeos en youtube, están bastante gráficos.
Me despido y recuerden orarle a el gran programador, para que le haga una expansión a nuestra realidad o le ponga más memoria RAM.
domingo, 14 de noviembre de 2010
jueves, 11 de noviembre de 2010
15 minutos
Faltan pocos minutos para que ocurra un hecho importante... cumpliré dos décadas en este mundo.
El tiempo vuela, ¿no?... aunque el hecho es que 18, 19 o 20... ¿cuál es la verdadera diferencia? Me puse a leer la entrada que escribí hace poco más de un año y vaya, extraño a ese Luciano. Escribía de otra manera, se le ocurrían pequeñas bromas que en este momento ya no fluyen.
Simplemente su manera de escribir era otra y supongo que en gran medida se debe a todo lo que sentía en aquel momento.
Pero las cosas cambian, la vida vuela con el tiempo y las personas no nos detenemos ni para tomar un poco de aire.
Y aquí estoy yo hoy: Me he dejado crecer la barba y las patillas y mi cabello sigue igual de chino. Estoy en mi tercer semestre de la carrera y sigo igual de perdido que el primer día. Mi corazón lleva triste ya mucho tiempo y sigue igual, curándose pero aun así triste.
Mañana se realizará el quinto Día del ICC en mi universidad, un día que se fundó con la idea de promover la unión de los ICC's (Ingenieros en Ciencias Computacionales) de CETYS. Para este año le tocó a mi generación la organización del evento, y por unas y otras razones quedé yo como coordinador de esta organización.
Me he dado cuenta de lo duro que es liderear un proyecto como este, pero esperemos que mañana todo salgo como lo esperado.
Y aunque no sea así, esperemos que la pisteada de la noche esté buena.
Volviendo a mi cumpleaños, como dije hace un año, no quiero ni pido regalos, tan sólo contar con ustedes y su saludo afectuoso.
martes, 5 de octubre de 2010
Un segundo.
Quiero dedicarle esta entrada a un pequeño ser muy querido para mí, que tristemente jamás podré volver a ver. Mi perro, un Toy Poodle, siempre fue un cachorro de corazón. Este año cumplió 10 años de vida, y aunque algo viejo, siempre retuvo esa jovialidad, que junto a su pequeño tamaño, lo hacían verse como un cachorrito.
Tiernamente feo... Es tan feo, que es lindo, fueron algunos de los últimos comentarios que mis amigos hicieron sobre él el día de hoy. Aun tengo la imagen de su carita viéndome a través de la puerta de vidrio, levantando una de sus patas para que lo dejara meterse al pensar que estaba lastimado.
Estuvo conmigo 10 años, me lo dieron cuando era una bolita de pelo con nariz y patitas rosas. Fue mi primer perro y el único que he tenido. Siempre fue algo especial. Le tenía miedo a las alturas, aunque fueran de tan sólo uno o dos escalones, y por traumas de su infancia jamás espantaba a los gatos. Atrapaba pájaros cuando podía y se los comía.
Cuando tuvo como 4 años, su piel tuvo un problema, que le hacía tener el cabello de otros tonos y que en lugares no le saliera del todo bien. El problema no era contagioso, pero tampoco curable, así que desde entonces empezó a dejar de ser una bolita de pelos, para ser un perrito tiernamente feo.
Fue un miembro más de mi familia, un pequeño ser que siempre estaba ahí para recordarte que no estabas sólo, y aunque a veces no más tenía ganas de chingar, siempre estaba ahí.
Más de una ocasión me acompañó por las noches, en su mayoría frías, que me sentía vacío y sólo. Me salía con él al patio, se acercaba a mí y me dejaba abrazarlo, sentados sobre el suelo helado, dándonos el uno al otro un poco de calor, hasta que me sentía más tranquilo.
Y podría seguir escribiendo más cosas... fueron 10 años.. más de la mitad de mi vida, que ese perrito estuvo conmigo... pero ahora volteo a su esquina y no está... veo el plato de comida vacío, que ya no necesitaré llenar, su botella de agua, su correa...
Te voy a extrañar mucho... de hecho, ya lo estoy haciendo. Fuiste un gran amigo... y siempre lo serás. Gracias por el tiempo que estuviste conmigo.
lunes, 20 de septiembre de 2010
Opinen...
Creo que próximamente escribiré un relato nuevo, un cuento vaya, pero esta vez pienso salirme un poco de lo establecido en mis otras narraciones y llenar mi historia de sucesos crueles, un tanto lúgubres y llenos de sangre... ¿Qué les parece la idea?
En si la diferencia es que me centraré mucho más en la descripción de las cosas, siento que mis obras no se inclinan mucho a describir objetos o escenas, sino describir situaciones psicológicas.
Pero bueno, al final ustedes serán los que terminarán leyendo lo que escriba.. así que me gustaría conocer su opinión.
PD: Cuando digo sucesos crueles... llenos de sangre... sería algo así como describir escenas de Saw... más o menos es el estilo que espero representar.
domingo, 19 de septiembre de 2010
3000
Ahora son otras mil visitas a este blog. Yupi. Realmente no tengo idea de que escribir hoy, pero algo me dijo que tenía que meterme a la página y publicar lo que sea. Compré un libro por 30 pesos que hasta la página 100 de como 300 ya costeó por mucho la inversión. Además compré una revista "Muy Interesante", las cuales llevaba mucho sin leer. No me he cortado el cabello como en un mes o más y aun no se ve largo, pero me gusta la forma que va agarrando, aunque alguien ya me haya comparado con David Bisbal. Estoy haciendo un regalo, espero terminarlo a tiempo antes de que llegue el cumpleaños.
Tengo muchas ganas de un Icee... del sabor que sea, también de ver una iguana o ir al zoológico de San Diego. Quiero salir de México e irme a otro país por algunas semanas, de preferencia un lugar frío, con montañas nevadas y boscosas. O a una playa cálida y solitaria de arenas blancas donde dejar mis huellas caminando por ella durante las tardes.
Y en este país que estoy imaginando cuyo nombre sigue sin tallarse quisiera tener una morada, una fortaleza, con verdes jardines ocultos dentro de un laberinto helado y gris, de paredes altas que tan sólo permitan ver el cielo azulado o las estrellas por las noches. Dentro del laberinto y junto al jardín existiría una puerta que al abrirla te permitiría entrar a mi hogar; pisos de piedra y paredes alfombradas te recibirían junto a los altos candelabros de luces tenues. Si uno siguiera caminando por el pasillo que te da la bienvenida, encontraría habitaciones tan distintas entre sí como las distintas personalidades que me conforman.
Habría una cocina, ordenada y limpia, de pisos claros pero no blancos, con todo lo necesario para hacer nuevos platillos, especias por todos lados llenando de aromas estrafalarios la estancia. Junto a la cocina estaría un comedor con una gran mesa circular y una enorme ventana que diera vista hacia las montañas nevadas.
Dejando atrás estos cuartos habría una puerta negra y pesada que al abrirla no habría más que oscuridad. Un cuarto donde no existiría ni el tiempo, ni el espacio, nada. Perfecto para perderme en la inmensidad del vacío cuando alguna momento en la vida lo haga necesario.
El siguiente cuarto sería una contraposición al primero. La puerta sería un espejo, por lo que tu reflejo siempre te recibiría, tal vez con una sonrisa, tal vez con una cara larga, dependerá de uno. Al entrar, caminarías sobre una plataforma transparente 3 metros arriba del piso mientras ves que las 6 paredes del cuarto son espejos también, dando la ilusión de estar flotando en la inmensidad del infinito. ¿Cuál sería su propósito? Desde encontrarse a uno mismo, hasta notar que no somos tan grandes como a veces pensamos...
Los demás cuartos serían los necesarios para la comodidad... baños, recámaras. Me gustaría tener un cuarto que por dentro fuera como esos estanques termales típicos de las caricaturas japonesas, con piedras al rededor, arboles en las orillas y el agua cálida y brumosa.
¿Mi cuarto? Mi cuarto sería un lugar para dormir, una cama cómoda y grande, además de buena iluminación para cuando quiera quedarme noches leyendo.
Tendría que haber un sótano, grande y oscuro, donde pondría todas las cosas que me gusta hacer. Una mesa de ping pong, otra de billar y de hockey de mesa. Una enorme pantalla para ver películas o jugar videojuegos, una alberca y cuanta más cosa se me ocurra.
En otro cuarto en el sótano debería estar una librería inmensa, llena de novelas y libros que me gustaría leer, con ese olor del papel encuadernado tan típico. Por todos lados debería haber sillones cómodos para sentarme donde quisiera.
No se que más debería tener mi hogar... pero algo así sería agradable.
Nos vemos.
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