domingo, 28 de febrero de 2010

...

Es increíble... como mierda una sola persona puede arruinarte una noche que se pronosticaba divertida solamente con su presencia... como un solo maldito bastardo puede hacerte desear con tantas ganas enterrarlo bajo tierra dejando su cabeza fuera de ella y llenándole la boca de excremento para de esta manera callar su estúpida risa.

Hoy quise matar a alguien.

Lo sentí en mi ser... no sólo en el fondo de mí, sino en todo mi yo. Cada parte de mi cuerpo estaba pronta a hacerlo, yo lo deseaba, lo necesitaba, tenía que hacerlo.

Me gustaría estar exagerando, pero no es así. El saber que ese adefesio de hombre estaba en la misma casa que yo, era insoportable.

Pero creo, que más que verlo frente a mí, lo que me hacía hervir en odio era verlo sonreír y reírse, como si todo fuera perfecto para él, y tal vez así es. Odio que sea feliz, odio que tenga a la persona que quiere a su lado, odio que esté vivo y que no sufra. Gracias a él, en su mayor parte, la persona que más amo tuvo que pasar un dolor inimaginable y yo con ella también sentí el dolor.

Pero, ¿donde está la justicia?... Él, que no merece ni que sacien su sed con un escupitajo, es feliz, tiene lo que quiere y puede reír como si nada malo hubiera pasado. Camina su vida como un victorioso, ajeno al dolor real que no sólo provocó, sino sigue provocando. Pero uno, uno que sólo intentó dar todo de si, uno que sólo quiso amar y ayudar, uno no puede ni siquiera levantar la mirada.

Llevo días sin poder reír sin sentirme hipócrita, meses más bien. Me siento vacío y roto por dentro. Pero veo a mi alrededor y aquellos que más responsabilidad tuvieron en todo ese dolor, simplemente son felices, tienen aquello que deseaban.

Mentí... hoy no quise matar a alguien... hoy quise matar a dos personas.

Pero no pude, no puedo hacer nada. Soy impotente ante todo esto. Ni siquiera pude gritarles, decirles lo que merecen escuchar, nada.

Me siento inútil, despojado de todo lo que creí que era verdad, de todo lo que pensé que era bueno.

En verdad ¿Para qué esforzarme? ¿Para qué intentar ser una buena persona, ser alguien que intenta dar lo mejor de uno mismo, si al final, aquellos bastardos que pusieron su persona, su ego primero que el sufrir de alguien, serán los que sean felices y despojarán a uno de lo que le da la alegría?

¿Qué clase de vida es esta? ¿En verdad el amor, la bondad, ya no tienen ningún poder? ¿Son tan inútiles como yo? Que asco de mundo.

Cada vez estoy más rodeado de tinieblas, la oscuridad me ciega y me deja sin fuerzas, sin sentido, tirado en un suelo que no me da soporte, abrazando un espacio vacío entre mis brazos, queriendo ver mi pequeña luz, que pueda volver a guiar mis pasos, poner fuerza en mis pisadas.

1 comentario:

  1. Algún dia todos recibiran el castigo qe merecen... algun día tu y yo seremos felices... algún día ese "algún día" llegará...

    ResponderEliminar