viernes, 9 de abril de 2010

Salió

Bueno personas que pasan, quisiera comenzar esta entrada con un suceso realmente importante que ha acontecido en nuestro mundo durante estos días. Por fin está a la venta la tercera parte de la trilogía musical Gaia, llamada Atlantia, de mi grupo favorito, Mägo de Oz.

Obviamente este evento está por encima en orden de importancia de situaciones como la muerte de Paulette y el terremoto en Mexicali. Ha sido algo que muchísimos "fans" del grupo hemos esperado por años y déjenme decirles que la paciencia ha rendido frutos.

Escuché el disco hace algunas horas... si, disculpen pero tuve que recurrir a descargas poco legítimas, pero por otro lado, ya le pedí a un amigo en España que me lo compre en cuanto regrese a nuestra ciudad.

Me ha parecido muy interesante y porqué no decirlo, me ha gustado bastante. Musicalmente hablando es un disco más tranquilo que su predecesor Gaia II: La voz dormida, con tonadas más melodiosas, aunque claro, con los toques fuertes en momentos adecuados. Líricamente, me pareció un álbum más oscuro que otros, con un mensaje más fuerte, pero necesitaré escucharlo algunas veces más para llegar a una opinión concreta de este aspecto.

Un detalle que tuve con esta nueva entrega, es que una de sus canciones, por primera vez en mi vida, el escucharla me hizo llorar. La canción se llama "Siempre (Adios Dulcinea parte II)".

Esto más que nada fue debido a que me sentí muy identificado con la letra de la canción, parecía hecha para mí, cada verso, cada sentimiento expresado, cada acción de la que hablaba. Conforme iba José cantándola sentía un nudo mayor en mi garganta y de pronto, lágrimas.

Todavía cuando la vuelvo a escuchar de nuevo el nudo aparece como si no se hubiera ido.

Pero bueno, creo que es todo lo que diré de este nuevo disco.

Por otros lados, como ya muchos saben, tembló en Mexicali. No me había tocado sentir un movimiento telúrico de tal magnitud y digamos que fue... interesante.

Pude apreciar como todo se movía, como las cosas temblaban y se caían mientras bajaba por las escaleras mientras pensaba en que no tendría que terminar la tarea de programación para ese día.

También fue interesante que la ciudad estuviera en oscuridad durante la noche, por primera vez vi las estrellas brillar con fuerza desde mi casa. Y aun más fue el hecho de dormir en mi carro.

Lo que no fue nada agradable fue que al volver a casa, vi como el televisor de la sala se había caído y al intentarlo encender no respondió. Fuera de eso y algunos trastos rotos, todo estaba bien.

Por último, estos días me he fascinado subiendo videos a Youtube. En total han sido cuatro, dos de los cuales son tomas de la carretera después del temblor, uno es un discurso sobre videojuegos que tuve que hacer para un examen de la universidad y el cuarto es el audio de la escena que publiqué hace algunas entradas (La voz, diálogos del Hombre, su Ira y Soledad).

Si gustan verlos, están en mi página de usuario, la cual es:


Me despido.

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