Buenas días. Estoy aquí acostado en mi cama a las 4 de la mañana con solamente unos shorts y una camiseta de manga corta puesta. En estos momentos en Mexicali tenemos una temperatura de 12ºC y está lloviendo.
¿Qué más puedo decirles? No mucho, omitiendo el hecho de que las lluvias parecen no detenerse y que los días nublados se sienten más largos. Es curioso como esa falta de luz directa hace que muchos nos pongamos nostálgicos o sino, por lo menos reflexivos.
Tantas cosas pasan en mi vida estos días; algunas buenas, malas, tristes, felices o inciertas; y con todo esto aun me siento bien, lo suficientemente fuerte para seguir y con la felicidad necesaria para sonreír.
Aun estoy luchando, creo que nunca dejaré de esforzarme, pero a momentos no estoy seguro de como debería de hacerlo. Son tantas las posibilidades, tantas las maneras de hacer las cosas. Y sobre todo... muchas las maneras correctas o incorrectas de realizarlas.
Yo he tomado una decisión, la cual es no rendirme, pero ¿La estoy llevando a cabo de la mejor manera?
"Deja que el amor te guíe."
¿Les ha pasado que de pronto escuchan como una voz en su cabeza que les dice algo en lo que no estaban pensando exactamente? Cómo respuesta a lo que estaban preguntándose momentos antes...
"Deja que el amor te guíe."
Eso fue lo que acabo de escuchar... no estoy seguro de donde vino, pero el repetirlo me da una certidumbre muy bella... una paz reconfortante.
Creo que es la voz muda, como la he llamado en alguno de mis cuentos... vaya... que curiosa experiencia en verdad sentir algo como esto.
No se que más decirles... estoy un poco aterrado por esto, en el buen sentido. Mejor seguiré escribiendo otro día. Tengan buen día.